miércoles, 1 de junio de 2016





EL SIN SENTIDO DE LA VIDA

Me disponía a depilarme las piernas, así que forré el suelo con papeles de periódico, porque otra cosa no, pero usar la cera es una cochinada y luego cuesta mucho limpiarlo. Cuando estaba en ello, me llamó la atención una foto en blanco y negro. Se trataba del premio que nos habían concedido a los trabajadores de Anatomía Patológica y Citología del Complejo Hospitalario de Navarra. Acto al que no pude acudir, pero que me llenaba de orgullo pertenecer a él. Enseguida aparté ese artículo de su triste final encerado. ¿ Cómo se me había podido pasar leerlo?. La verdad es que muchas veces ojeo el diario, pero no me detengo a leerlo.
Finalizada mi depilación, llamé a una compañera de trabajo. Nos reímos de la anécdota del premio y quedamos para ir andar, ya sin pelos.
Pocas, por no decir yo, quedábamos en el cupo de las no madres. Teníamos trabajo, ellas marido y yo incertidumbre. No es que me preocupe no serlo, pero la sola idea de no proseguir con una familia me entristecía. Mi vida no había sido lineal, siempre dando tumbos de un sitio a otro por trabajo. Ansío una estabilidad. Un lugar donde pueda decir , ahora es el momento.
Pero el tiempo pasa y mi cuerpo no es el mismo que hace quince años. Así que creo que estoy predispuesta a ser una soltera independiente de por vida. Así dicho, suena hasta lúgrube, pero mirándolo bien es otra forma de vida. Puedo disfrutar de lo que es mío, viajar y conocer gente nueva durante el fin de mis días. Suena bien, alentador, pero muy dentro de mi existe un poco de decepción.
A veces pienso que esa decepción es por la marcada pauta social en la que vivimos. Nos educan en el seno familiar, padre, madre, tíos, tías, abuelos y abuelas. Y si yo doy fin a esto, es como si difuminara el recuerdo de todas estas personas. No habrá progresión de mis apellidos, de mis orígenes. ¿ Marcaré de esta manera el fin de la generación?.
Puede que si…..
Que yo sea el último eslabón, aunque hay una pequeña esperanza, que mi hermano si progrese. Entonces seré una tía aliviada, despreocupada de mi papel en este lugar llamado mundo. Una tía feliz.
Todo esto venía a raíz del pelo. La cera dura más por eso, porque los arranca de raíz. Tanta láser como hay hoy en día no puede ser buena. Sin ir más lejos yo me hice una sesión y la lié parda. Todo por culpa de Laura . Ella es blanquita nuclear y yo morena tizón. Cuando yo entraba a mi segunda sesión , Laura salía de la cabina. Como apenas habla, estuvimos diez minutos charla que te charla, por lo que la técnico del láser se debió olvidar de bajar la intensidad para mi piel y me dio la que correspondía a la “Chenoa”.Llamamos cariñosamente así a nuestra compi , si esa, la blanquita nuclear.
Total, que yo quería contaros y reflexionar sobre la maternidad en nuestros tiempos. Pero creo que eso es trabajo de las que ya son madres. Las que no lo somos seguiremos hablando de cánones de belleza, hasta que nos chamusquen varias partes del cuerpo.
¿ Quemada yo? , no hombre no, quemada no estoy.
Solo escribo para salir en el periódico.

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